La pasada noche del 12 de Febrero, en nuestro querido barrio del Oeste tenía lugar el encuentro entre el ya "icónico" grupo salmantino Estrogenuinas y todo el público que tuvo cabida en La Salchichería, que completó su aforo.
La noche "prometía" y no era para menos, ya que se trataba de un concierto muy "impregnado" por el punk que todos vivimos ya durante cuatro décadas y que daba más fuerza, aún si cabe, al más reciente fichaje de Nordika Producciones.
Comenzaron a sonar las primeras notas de su original versión del popular tema Al pasar la barca, que fue la manera perfecta de testear el sonido de la sala y poder combatir las dificultades técnicas en la voz y en la guitarra.
A partir de ese momento, el carisma de Ángela y la fuerza en conjunto sirvieron para encarrillar un concierto muy bien llevado de principio a fin. Un concierto en el que, temas ya clásicos como Nietzsche es mi fetiche o Charra Bomb hicieron corear a un público increíblemente participativo.
Lo mejor del concierto: Sin lugar a dudas, la originalidad de las letras, llenas de metáforas y humor, por un lado, y, por el otro, ese "saber hacer" que les ha dado un sonido tan compacto y cañero a través del tiempo que llevan llenando Salamanca de "salmones de mercurio" y "pepinos asesinos".
Lo peor del concierto: Los fallos técnicos antes citados, ya que dejaron al grupo dependiendo en exceso del sonido de la batería para rellenar la acústica del local. Eso sumado al poco espacio que tenía el grupo tanto para tocar, como para el merchandising.
Conclusión: Lo que la sala no daba, Estrogenuinas nos lo prestó.
Crónica realizada por Adri Oliveri.
Si no conoces a Estrogenuinas o quieres saber más sobre la banda, entra aquí.
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